Puente colgante lleno de banderas de oración budistas de colores en Bután (Bhutan)

Las banderas de oración en Bután, más allá de sus colores 

Las banderas de oración son un elemento vibrante y significativo de la tradición budista, particularmente del budismo tibetano que hereda Bután. Son telas rectangulares de colores, generalmente colgadas a lo largo de pasos de montaña, templos, monasterios y hogares particulares. Ondean al viento, llevando oraciones y bendiciones escritas en la tela.

Estas banderas son profundamente simbólicas y sirven como una herramienta muy poderosa para difundir la compasión, la paz y la buena voluntad.

Orígenes e Historia 

La tradición de las banderas de oración es anterior al budismo. Se cree que se originaron en la antigua religión Bon, la religión chamánica prebudista del Tíbet, entre los siglos VIII y XI. En aquella tradición se utilizaban paños de colores puros para ceremonias de sanación y protección de los elementos naturales (viento, fuego, agua y tierra), que generalmente los viajeros llevaban para su protección.

Cuando el budismo se extendió al Tíbet, la práctica fue adaptada e integrada en los rituales y los paños de colores pasaron a adoptar la forma moderna de las banderas con sutras (textos sagrados que recogen fragmentos de las enseñanzas de Buda) y mantras en tela.

Diseño y Simbolismo de las banderas

Banderas de oración en el valle de Punakha, Bután (Bhutan) junto a un pequeńo chorten o estupa donde descansan unos agricultores butaneses

Las banderas de oración suelen estar siempre colocadas de forma ordenada y estratégica, de izquierda a derecha en juegos de 5 colores que simbolizan cada uno un elemento, y su disposición armoniosa refleja el equilibrio de todos los elementos en el universo.

  • Azul: simboliza el cielo y el espacio.
  • Blanco: representa el aire y el viento.
  • Rojo: significa fuego.
  • Verde: representa el agua.
  • Amarillo: relacionado con la tierra.

Además de sus colores y los textos escritos en ellas (mantras y sutras), en algunas ocasiones hay imágenes de deidades y animales. El caballo simboliza la buena fortuna y la vitalidad, o las cuatro deidades como ellos dicen, que son el tigre, el león de las nieves, el garuda (pájaro mítico) y el dragón, que simbolizan poder y valentía. 

Las banderas pueden ser horizontales, las más comunes, generalmente a lo largo de puentes, rodeando templos o en las casas, o verticales, colocadas en mástiles, mucho más grandes y de una altura considerable, colocadas en pasos de montaña, entradas a templos o en monasterios y espacios sagrados. Estas últimas se colocan en espacios altos y abiertos donde el viento sopla más fuerte, llevando sus bendiciones más lejos. Colocarlas en el suelo o incluso pisarlas es considerado una falta de respeto.

El mantra más común que se encuentra en las banderas es “Om Mani Padme Hum”, cuyo significado más allá de su traducción literal que es “La Joya en el Loto”, es que a través de la compasión y la sabiduría, cualquier persona puede alcanzar la pureza corporal y espiritual, como hizo Buda.

Propósito y función

Las banderas de oración de Bután no son meramente decorativas, su propósito principal es promover la paz, la compasión, la fortaleza y la sabiduría. Cuando el viento sopla a través de sus banderas, se cree que se activan las oraciones y mantras impresos en ellas, llevando sus bendiciones a todos los seres vivos. Esta práctica refleja perfectamente el ideal budista de beneficiar a otros y cultivar la energía positiva en el mundo que nos rodea, ya que lejos de pensar que las oraciones escritas son para beneficio personal, realmente están hechas para el bienestar del resto de personas. Sirven como recordatorio de la interconexión de todos los elementos con la vida y la importancia de ser compasivos entre nosotros.

Llegar a Bután y encontrarte por primera vez con esos valles sagrados salpicados por banderas de oración es una experiencia que va más allá del paisaje, es una inmersión profunda en el silencio espiritual del Himalaya.

Bandera de oración roja vertical junto a un arbol y una casa de estilo tradicional butanés (Bhutan)

Cada hilera de banderas parece suspender en el aire una plegaria por la paz, un deseo implícito de bienestar que se extiende por los valles.

En cada cuerda trenzada de cinco colores, el aire transporta deseos de paz, compasión y sabiduría. Sientes que cada bandera cuenta una historia, cada ráfaga redistribuye bendiciones, y que esas colinas no guardan sólo piedras, sino susurros de armonía y paz.

Esa sensación es quizá lo que hace que Bután no sea solo un destino, sino un lugar donde el viaje interior comienza sin saberlo. 

Lo curioso de esta práctica ancestral, es que según nos dijo nuestro guía Dendup, cualquier persona puede poner banderas de oración donde considere oportuno, respetando siempre la armonía con los colores y los espacios. En una curva a lo largo de la carretera, en medio de una montaña, al entrar a un templo, en la plaza de la capital o en la entrada a las farmhouses. Allí donde vas siempre hay banderas ondeando al viento, recordando que las bendiciones y la solidaridad a la hora de escribir plegarias, hacen de Bután un país único, que tiene la generosidad de compartir con los turistas esta tradición y dejar que tu mismo elijas un lugar entre valle y valle para poner tus banderas de oración.

Yo tengo mis banderas de oración en casa, un regalo junto al Khata (pañuelo de bienvenida que te dan en el aeropuerto) de nuestra agencia de viajes. Ahora solo me falta buscarles un buen sitio, donde la corriente de aire haga su magia. Creo que se me acaba de ocurrir el lugar perfecto. Voy a colgarlas.

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